Tras una leve espera en la barra pasamos al restaurante a la zona de bodega en donde nos esperaban los vinos que íbamos a catar
Cuatro vinos de la bodega del jardín de la familia Guelbenzu, conocida por su vino evo y azul de la ribera del Queiles. Acaban de comenzar con un nuevo proyecto desde cero y de una manera muy atrevida, original y vanguardista. Tres vinos y una sorpresa final fueron los que catamos 1 pulso, 2 pulso y 3 pulso, añada de 2008. (Disculpad la calidad de la fotos)
Como era de esperar comenzamos por el uno, un vino muy fresco, joven, muy afrutado con poco cuerpo y muy suave, un vino para mesa y consumo diario, sin más pretensiones, bien realizado.
Tras eso pasamos a 2 pulso, para mi el mejor de la cata, también muy afrutado y que guarda una muy buena calidad precio, además de mantener el hilo conductor con el vino anterior. Distinto, a nadie dejo indiferente, tiene pinta que se va a convertir en un greastest hits de las ventas.
El penúltimo 3 pulso potente, con cuerpo, sigue la linea de los otros dos con mucha fruta y con buena persistencia en boca. Todo un vinazo. Una buena inversión, en cuatro o seis meses se terminará en la botella y promete, promete mucho.
Y para acabar y demostrar el saber hacer de la familia Guelbenzu, un EVO del 2000 de 12 años de antigüedad que tras tres decantaciones y 45 minutos abierto estaba de gozar como enanos, eso si le costo soltarse la melena al vinito, una vez suelta la melena estaba precioso.
Fue un placer poder participar en esta degustación en la que Ricardo Guelbenzu nos explico desde el porque del nombre, la pasión que siente por el vino junto con su hija, la apuesta y el saber hacer que atesoran, y que pretenden hacer un vino diferente, que os aseguro no deja a nadie indiferente.
Y para terminar Pablo Cadena nos deleito con una cena a todos los asistentes, su ya famoso tomate raf con virutas de queso de cabra y aceite de oliva virgen extra, cigarritos de pasta brick con langostino aromatizado a las hierbas, jamón de Guijuelo y unos entrecotte a la piedra acompañado de una parrillada de verduras. Unos gin tonic sirvieron para cerrar la cena.
Para terminar el post invitaros a visitar el blog que mantienen Ricardo y su hija www.winedefender.org y su twitter @winedefenders.
Tenemos que repetirla maridando con un menú que potencie la fruta que une a toda la serie.
¿Quién se apunta?
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