En verano y con las olimpiadas de por medio si el calor aprieta no suele haber ganas de liarse a cocinar algún snack, aperitivo o tapa y tiramos de lo fácil. Una lata, un trozo de queso y como no unas patatas fritas.
Había oído hablar de ellas pero no ha sido hasta hoy cuando he tenido ocasión de probarlas, sin gluten, fritas en aceite de girasol y sal de Formentera, sin más. Y de fácil localización en grandes superficies.
Crujientes, con su puntito de sal muy aromática, muy ricas, totalmente recomendables. ¿Por cierto sabéis que la ingesta de patatas fritas genera en el cerebro sustancias que también son inducidas por los cannabinoides? de ahí el ¿a que no puedes comer solo una?. Hace una patatita, sí passsamela.
2 comentarios:
Esto es perfecto para tu #operaciotanga...jajaja!!
Food storming me falta probar unas patatas fritas de bolsa made in Extremadura fritas solo en aceite de oliva virgen extra, que ya han llegado a Pamplona
Publicar un comentario