Las preparaciones en cocina con fruta me gustan mucho y son bastantes las pruebas que suelen caer mezclando sabores. De todos es sabido que el cerdo y la piña se llevan bien, pero esta prueba con ciruelas amarillas le han dado un toque al plato muy sabroso, haciendo del conjunto algo sorprendente.
Es un plato fresco, con un gran punto ácido aportado por la piña y por la ciruela amarilla. En una salsa en la que usaremos las cascaras de la cebolla, que son ricas en muchos productos beneficiosos para la salud y, hasta ahora se trataban como desperdicio, además de que le añaden un punto sabroso a las preparaciones donde se usan.
INGREDIENTES para dos
Un solomillo de cerdo de unos 500g
Media piña muy madura
Cinco ciruelas amarillas
Cuatro cebolletas o chalotas
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Picamos las chalotas en trozos majos, sin quitarles la piel.
Las ponemos a fuego fuerte con un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra y las salteamos rápido hasta que se doren, una vez doradas, ponemos el fuego suave y dejamos que se pochen.
Lavamos, deshuesamos y picamos en cuatro trozos las ciruelas amarillas.
Las metemos en el vaso de la batidora.
Y una vez que tengamos las chalotas ya pochadas.
Incorporamos todo el contenido de la sartén al vaso de la batidora donde están las ciruelas y batimos.
Ponemos un bol con un colador fino.
Y colamos la salsa ayudándonos de una cuchara. Ya tenemos lista la salsa de ciruelas.
Pelamos y picamos en cuartos la piña, quitándole el corazón.
Con la ayuda de un cuchillo jamonero, loncheamos la piña lo más fino posible. El jamonero sirve para realizar cortes muy finos además de su uso habitual.
Y cortamos unos dados pequeñitos que guardaremos para decorar el plato
En una sartén con una gota de aceite, ponemos la piña.
Hasta que se dore.
Y reservamos para cuando montemos el plato.
Cortamos el solomillo con el jamonero lo más fino que podamos.
Lo salamos, nada de pimienta que no le pega nada a esta preparación.
En una sartén con abundante aceite.
Freimos el solomillo, muy rápido, solo vuelta y vuelta, que no quede muy hecho porque sino la carne de cerdo queda muy seca.
En un plato grande, montamos la preparación.
Ponemos el aro en medio del plato.
Le ponemos una cucharada de salsa de ciruela, que si se ha quedado fría la calentamos previamente.
Levantamos el molde y dejamos que se extienda. De esta forma conseguimos que tenga la misma forma que el resto de la preparación.
Y empezamos con el milhojas, una capa de solomillo.
Una capa de piña.
Otra capa de solomillo.
Y cerramos con una de piña.
Y listo el milhojas de cerdo con piña y salsa de ciruelas.
Si os resulta muy pesado realizar el "milhojas" también se pueden hacer en la sartén trozos grandes de solomillo, cortarlos a ruedas para que se vea el sonrosado de la carne, poner un poco de salsa y añadir unas láminas de la piña a la plancha con unos trocitos de piña en fresco para decorar.
O bien con las lonchas finas de solomillo, y la piña hacer un abanico con la salsa de ciruela debajo y, los trocitos de piña fresca para cerrar.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
0-¿Qué frutas tengo como alternativa?
El cerdo es una carne muy agradecida y soporta muchas frutas. Otra versión de este plato, pasaría por cambiar la piña por melocotón, dorándolo de la misma forma en la sartén y usar una salsa de un vino dulce en el fondo con moderación para no abusar del azucar, que no queda nada bien en un plato salado, ya que acaba por llenar al comensal.
1-No he encontrado solomillo de cerdo. Mejor, está muy caro y no quiero gastarme mucho.
Hay una pieza del cerdo que esta muy denostada y personalmente me parece una delicatessen, la cabezada, si se corta finita y se ejecuta en la sartén a un poco menos temperatura que el solomillo, saca parte de la grasa que tiene entreverada y queda igual o mejor que con solomillo. ¡y vale 5 veces menos!
2-Quiero ponerle guarnición. El milhojas en medio del plato queda muy pobre.
Unas patatas panadera, que en breve en un post irán en versión rápida. O unos airbags de patata. Son un poco más complicados de ejecutar pero quedan espectaculares agrupados o esparcidos por todo el plato. Sino con un poco de la piña fresca picadita es más que suficiente.
3-No tengo ni chalota, ni ciruelas amarillas. ¿Que hago?
Se puede sustituir la chalota por cebolla de guisar y las ciruelas amarillas por unas rojas, el plato sale un pelín más dulzón, pero también queda rico.
4-No acierto a cortar fina la carne ni la piña. ¿un truco?
Refrigera antes lo que quieras cortar hasta que empiece a congelarse y tenga cierta dureza. En ese momento con un jamonero bien afilado se puede llegar a realizar carpaccio de la carne y de la piña de lo fino que se puede llegar a cortar.
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