7 de abril de 2013

CRONICA #wineandshoots CENA A CUATRO MANOS DAVID YARNOZ Y ENRIQUE MARTINEZ.



Más pronto que tarde pero al fin puedo dedicar un rato con la suficiente perspectiva y reposo para contaros lo que sucedió en el último #wineandshoots, jornadas de las que soy organizador junto con Enrique Martínez.

La foto que abre la crónica deja claro lo que fue ese día. En un twett al finalizar la noche, cerraba antes de ir a dormir con un "buena noche" pero no fue simplemente eso. Fue un gran día en donde cocina disfruto enseñando parte de su trabajo a los comensales.

Esta jornada es la primera de una trilogía en la que el oficio de la cocina lo tendréis delante de vosotros, en donde vais a sentir en el cuerpo las sensaciones que siente un cocinero. Primer paso protagonista el plato, "la mesa de pasa al comedor", en donde todos vimos como se prepara, emplata y sirve platos de dos cocineros tan grandes como David Yarnoz y Enrique Martínez. Con la dificultad añadida de que, dos cocinas extrañas entre sí empastaron en directo como un reloj suizo.

Para mí fue una jornada inolvidable por dos motivos, uno ver que tanto David como Enrique gozaron de una manera que se les veía en los ojos. Me hubiera gustado poder inmortalizar en una buena foto ese instante pero no pudo ser posible, todos lo vivimos en directo.

Y segundo ver como toda la sala se levantaba, rodeaba la mesa de pasa, comentaba los detalles del trabajo y sacaba fotos fue muy emocionante. Como se respiraba oficio por todo el comedor y, como los que pudisteis acudir os impregnasteis por una noche de la pasión por este mundo, tan especial, de la gastronomía.

Es muy difícil contar porque muchas veces haces lo que haces. En una reunión previa con David me comentaba que lo hace porque cree en ello, porque lo vive, que podía hacer otras cosas más lucrativas pero esa no es su opción. Con los tiempos que corren de crisis, tanto económica, como de valores, poder respirar esa opción en directo es algo irrepetible. Ver a Enrique, ver a David, ver a la sala alrededor de la mesa de pasa, escuchar los comentarios, ver el entusiasmo, es algo irrepetible.

Y para rematar contamos con los vinos de Bodegas Marco Real. Un blanco muy rico, un merlot en rama que estaba a punto para embotellar, el merlot ya embotellado que nos dio el conocimiento de cuando un vino hay que retirarlo de la cría y un tinto reserva de familia joya de la bodega. Junto con los vinos de bodegas Luzón y los pacharanes de la familia Belasco. Todo un alarde.

Os emplazaría al próximo #wineandshoots con Jesús Sánchez del Cenador de Amós, la pasión por ser cocinero en directo. Un cocinero que le corre la cocina por las venas, pero será en otro post. Os dejo con las fotos del menú y de la sala.





Antes de comenzar los equipos de las dos cocinas ajustando ritmos, tiempos, orden, todo un trabajo de equipo.



Inicio de la jornada, cierta tensión que fue resulta con maestría.



Expectación, sorpresa, fotografías y comentarios al ver el ritmo a la hora de preparar, emplatar y servir.



Literalmente rodeados por los comensales.



Crema láctea y cinco hierbas. Un plato intocable de la carta del Molino de Urdaniz de David Yarnoz.



Carpaccio de cebolletas y tartar de cerdo pío negro de Enrique Martínez. Calidad demostrada en el tartar, impecable.



Patata... por David Yarnoz. Un único producto que no puede considerarse menor, en diferentes texturas.



Borraja con vieras a la sal. El juego de la viera salada con el contraste de las verduras al mezclarlo muy sabroso y un tratamiento de la verdura perfecto. 



Carré de cordero asado, hierbas y avellanas de Davíd Yarnoz. El cordero tratado con sutileza.



Tarta rota de manzana de Enrique Martinez. Una lección de deconstrucción.




Y como no cerramos con la foto de grupo. Toda una tradición.









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