El pasado viernes y por gentileza de Adriana Ochoa de bodegas Ochoa tuve la ocasión de poder catar este vino que todavía no se está comercializando.
Es un vino de la serie 8A que hasta hoy contaba con "Moscato de 8A" y el tinto "mil gracias" monovarietal de graciano. La serie va a crecer con este vino tinto Origen y un blanco "uva doble" que dejaremos para otro post.
Es un vino realizado con uvas que han crecido en un terruño muy pedregoso, con muy poca tierra, en donde la mineralidad a priori tenía que ser absoluta protagonista. Un vino que en nariz sorprende por la cantidad de fruta roja aportada por el tempranillo y las notas a madera que se intuyen.
La sorpresa viene al meterlo en la boca. Mineralidad, fruta y madera compensadas en un vino en donde ninguno de los tres aspectos destacan en, detrimento de ganar todos. Fruta en su justa medida, astringencia sin exageración, un agradable retrogusto a madera y un buen nivel de alcohol. Un vino que no nos va a dejar indiferentes, o levantara pasiones o enemigos encarnizados. Un vino excelente. Atentos a las estanterías de vuestra vinoteca favorita.
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