Visita hoy Domingo a uno de los restaurantes que más saber hacer despliega en Pamplona. Restaurante que está mutando a gastrobar, donde las degustaciones de su cocina en pequeño formato (que no pinchos) están arrasando en la calle estafeta de Pamplona. Espero que el tiempo haga volver las mesas de restaurante a este establecimiento y, desde los platillos que ahora triunfan en barra, los clientes vuelvan a los menús degustación que regularmente cambia Alex Mugica para deleite de sus clientes.
En esta ocasión un menú dentro del marco de la iniciativa rosados y verduras promovida por la asociación de empresarios de hostelería de Navarra, por 39€ con vino y agua, fue la excusa para acercarnos.
Aperitivo del chef. Un calcots con salsa mayonesa de pimiento seco, virutas (más bien polvo) de jamón y aceite en una pequeña pipeta para añadir al gusto. Excelente la mayonesa y la calidad del aceite.
Salpicón de espárragos con sabayon trufado y setas. Plato con una presentación sublime en donde daba pena meter los cubiertos. Plato tan precioso como sabroso, gran presencia de Umami y, un gusto poder untar al final los caldos del espárrago mezclados con el sabayon que, tenía un golpe de soplete, todo un detalle. Platazo.
Huevo a baja temperatura con pisto de verduras, y lascas de bacalao con su pil pil. Parto de la base que el bacalao es un pescado muy plano, pil pil bien ejecutado. Un pisto espectacular que podía estar en mayor cantidad. El huevo prescincible en el plato por una cantidad más generosa de pisto. Muy, muy sabroso todo el conjunto.
Entrecotte de potro, con patata machacada, ajo tierno y romescu de piquillos. La patata machacada y pasada por la plancha, acompañada de una más que generosa ración de entrecotte en su punto, napado con salsa de carne. Un detalle de romescu de piquillo cierra el plato. El dulzor del potro compensado por una sabrosa salsa de carne y el picor leve del ajo fresco.
Sopita de fresas a la pimienta verde con helado de crema. Delicioso y sutil. Los peta zetas de chocolate, los aparte, daban un punto de estridencia al plato. Una excelente revisión de las clásicas "fresas con nata"
Rulo de piña con arroz con leche y natilla de ron y menta. La fresa un mero adorno que acompaño a los petazetas. La conjunción de sabores, natilla de ron y menta, con la piña y el relleno de arroz con leche, es exquisita. Menos arroz con leche y una revisión en su ejecución y presentación pueden convertirlo en un postre soberbio.
En resumen, una ovipara comida, excelente y, servida por un servicio de sala siempre atento que, demuestra una profesionalidad incuestionable. Revisiones de clásicos, platos nuevos y ganas de volver nada más atravesar la puerta. Todo ello por un precio de 78€ para dos personas con el vino y agua. Tenéis hasta el 12 de Mayo para pasaros por allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario