Os dejo con un vídeo que personalmente me ha encantado que, gracias a la gentileza de "Luisito" del Hostal Remigio ha tenido a bien que lo postee. Con permiso o no era una obligación dedicarle una entrada. Es un video promocional de la asociación de restaurantes de la verdura de Tudela, una asociación de cinco restaurantes que se han unido para "inculcar la cultura y el cariño por la verdura". Retrata muy bien lo que es un día a día en un restaurante. Retrata a ese gremio que funciona al revés que todos, trabajando los días de fiesta y descansando los días de trabajo. Un oficio que tiene un gran componente vocacional y que tanto nos hace gozar alrededor de un plato.
Comienza cuando el cocinero se levanta por la mañana, en un buen día para salir a pasear, con el sol en lo alto, los "pajaricos" cantando, el aire que te trae el olor del campo y el ruido del Ebro al pasar por Tudela. Pero eres cocinero. No puedes. Vas al restaurante que esta en absoluto silencio, te acercas a la cocina y oyes el resonar de tus pasos, enciendes las luces, te enfundas la chaquetilla, te pones un cafelito, respiras hondo y, todo comienza a cobrar vida.
La vida sigue hay fuera, las terrazas, las huertas, los viandantes, los turistas, la gente paseando por Tudela...mientras la verdura llega, se limpia, se trata, las partidas van trabajando, se marca...
Es la hora de la sala, se coloca la mantelería con mimo, en su sitio, con precisión milimétrica, la vajilla, las copas, los cubiertos, se repasa cada elemento, un vistazo a la bodega, todo en orden, todo listo.
Llegan los comensales y comienza el espectáculo, fuegos en marcha, comandas de las mesas, ruido en el comedor, el vino se descorcha. Y las manos de quien ya ha pedido se frotan sabiendo que hoy vamos a comer verdura de "la buena", de Tudela. La mesa de pasa se va llenando, ve pasar preparaciones que, tras muchos intentos de prueba y error han llegado a buen término.
Y como siempre todo ha sido un éxito, risas, buen ambiente y los clientes que se van poco a poco hasta que el silencio vuelve a inundarlo todo. A casa, quizás una cervecita, o una copita de vino antes de salir por la puerta y ver que hoy no has salido a pasear. No puedes. Eres cocinero. Ha sido un buen día.
Todo esto lo tenéis reflejado en este vídeo, disfrutarlo solo os robara 4 "minuticos".
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