Todos los años tengo la costumbre de ir probando los diferentes blancos de las principales bodegas de Navarra conforme van saliendo al mercado y, algún año excepcional descubres un nuevo vino que te sorprende y te deja boquiabierto. Una vez descubierto el valor de ese año soy bastante fiel hasta la siguiente cosecha a, ese blanco cuando de tomar unos vinillos blancos de Navarra se trata.
El año pasado fue el orchidea de Bodegas Inurrieta de uva sauvignon blanc que se convirtió en todo un best-seller, no había restaurante, terraza o barra de bar en donde no vieses una botella de inurrieta orchidea 2011.
Este año he quedado prendado por dos vinos (el segundo lo reservo para otro post). Hoy lo he podido catar con la tranquilidad que se merece. Un blanco de viura de las bodegas Azul y Garanza 2012. De un color amarillo clarito, muy clarito, con su punto de alcohol, ácido pero sin machacar el vino (aguantara bien toda la temporada), con fruta (piña, un poco de melocotón y una punta muy suave de dulzor) y muy bien compensado. En resumen un vino de los que apetece tomar fresquito en esas pocas noches de calor que disfrutamos en la ciudad de Pamplona. El precio no os lo puedo comentar porque lo he probado en un restaurante y no es el de mercado.
Lo pediré y, en breve que parece que mejora el tiempo, cuando el sol llegue por estas tierras, a gozar de una copa de este excelente blanco.
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