Me resulta díficil realizar este post por conocer y tener relacion con Pablo Cadena. En más de una ocasión he degustado pruebas que después han ido evolucionando hasta convertirse en platos, pinchos o simplemente han quedado en lo que eran, pruebas. Leía en un entrevista a Philippe Regol de observacion gastronomica 2, recientemente premiado por la Academia Nacional de gastronomía, que es el único medio en donde se conoce e incluso se tiene amistad, de quién se habla, cosa que no sucede en el cine, teatro o televisión, y puede llevar a una visión sesgada de lo que se comenta, o una enumeración de platos, así que post complicado. Espero hacerlo lo mejor posible. Y que conste que no me acerco al saber hacer, conocimientos y experiencia de Philippe Regol, ojalá, pero hace falta toda una vida para siquiera acercarse ligeramente a uno de los maestros.
Fuimos dos personas un viernes noche y nos decantamos por el "menú especial el embrujo", con ocho entrantes, trece segundos y siete postres entre los que elegir un entrante, segundo plato y postre.
Primer aperitivo, una degustación de un aceite de oliva virgen extra de muy buena calidad. Un clásico en muchos restaurantes.
Segundo aperitivo, chupito de crema de verduras y una gamba crujiente, envuelta en pasta filo y frita. La crema de verduras nunca faltará, siempre es bueno empezar con una crema suele repetir Pablo Cadena. La gamba nada grasienta y muy crujiente.
Crujiente de verduritas sobre crema fina de calabacín. Una crepe rellena de una salsa de verduras, sobre una cama de crema, coronado por abundante verdura en tempura cortada en juliana. Rico. La versión anterior a esta evolución en donde en vez de crepe se usaba hojaldre estaba mejor.
Rissotto de bacalao con verduras al dente. Uno de los productos que mejor trabajan en el embrujo, el arroz y, sobre todo el rissotto. Meloso, ligado, sabroso y con un punto de frescura aportado por las verduras. Acierto seguro siempre.
Calamares en su tinta con arroz de guarnición. Un guiso digno de cualquier madre y, en su punto. Ni duros, ni blandos, con un potente sabor a tinta compensado por los calamares.
El pescado del día, cogote de merluza con salsa verde y patatas panadera. Producto excelente, muy bien tratado.
Los postres, torrija, con helado de turrón y un fondo de crema de canela. Brioche de buena calidad.
Mousse de limón. Diferentes texturas, en mousse, en sopa y crujiente de limón para decorar, junto con una teja de buena calidad. Uno de los mejores postres de la carta, junto con el helado de queso con albaricoque.
Y una relación calidad precio dificilmente igualable, 21€ iva incluido, bodega aparte que es visita obligada si disponéis de unos minutos, levantaros e ir al fondo del restaurante, una cava de vinos digna de ver. Si le añadimos un servicio impecable, un buen ambiente y buena ubicación es visita imprescindible.
Y ahora en pleno Sanfermín es uno de los pocos establecimientos que mantiene su carta "tal cual" como el resto del año, el menu especial el embrujo, que complementa con dos menús degustación de 40 y 48 euros con iva más copa. Y uno de marisco de 56 iva aparte, permitirme la licencia de aprovechar el post para contaros toda la oferta. Este año volveremos en Sanfermín.
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