Este restaurante lo visite hara tal día como hoy un año. Me hubiera gustado revisitarlo, pero en este último viaje por tierras Tarraconenses no ha sido posible. Si que me he acercado a tomar en su terraza una cervecita y de paso pedir la carta viendo que se ha actualizado, manteniendo platos que son bien recibidos por la clientela que, deben mantenerse. Conforma la oferta hostelera del hotel Blaumar en la calle Joan Miarnau Ciurana 4 de Salou a escasos metros del paseo marítimo, con entidad propia y abierto al público, atiende a celíacos y dispone de servicio de guardería si se está alojado en el hotel.
Esta vez no hay foto final con la cuenta, dado el tiempo que ha pasado. Gracias a las notas que tome he recordado lo que comí, buena señal. Los precios son similares al año pasado, entre 25-35 euros por persona con un primero, segundo, postre y bodega. Una terraza muy cuidada, suelos de madera, velitas, música agradable de fondo, flores, palmeras, luces en su justa medida...muchos detalles que hacen que cenar en la terraza sea muy agradable. Un oasis en el bullicio de la zona, que esta creando escuela, en la zona empiezan a verse iniciativas similares.
Aperitivo, unas aceitunas y patatas fritas. Muy playero.
El carro de los postres. Un detalle que sorprende, con calidad a primera vista y mucha variedad.
Carpaccio de bacalao ahumado con frutos secos y vinagreta de balsamico. Juego con el crujiente y refrigerado lo suficiente pensando en el calor.
Ensalada de pasta y verde con langostinos y salmón. Una ensalada al uso, el salmón de calidad pero excesivamente grueso.
Detalles en el servicio del pan. Crackers, pan tostado muy fino y un bollo con pasas.
Hamburguesa. Con hongos, patata panadera y tomate asado, conjunto muy sabroso y muy acertado napar con un fondo de carne.
Pulpo a al parrilla, patata confitada y salsa romescu. Profundo sabor a brasa y excelente textura.
Milhojas de arroz con leche. Capas de arroz con tejas muy finas, delicado, teniendo en cuenta que el elemento principal es un arroz con leche.
Crema catalana a nuestra manera. En mousse con una fina capa de caramelo, láminas de chocolate amargo, salsa toffe decorando con acompañamiento de frambuesas y moras. La textura aligera la pesadez del postre típico catalán, más salsa de toffe a modo de cama seria excelente.
Un oasis de buen hacer en el servicio y en los platos. Demostrando que en un lugar de playa se pueden hacer las cosas muy bien a un precio muy competitivo y, similar a otras ofertas "playeras". Alegría al descubrir que cerca del restaurante Arena, hay un segundo establecimiento con un planteamiento similar. Va cundiendo ejemplo. Buen lugar para una cena agradable y acabar con una copa en su cuidada terraza. Totalmente recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario