25 de enero de 2014

LA NEVERA PARASITA (OLTU)





En los años cincuenta, el ingeniero Percy Spencer de la Rayethon Corporation descubrió que la chocolatina que tenía en el bolsillo se le había derretido completamente. Estaba investigando el desarrollo de una nueva fuente de emisión de microondas para el radar, un magnetrón. E infirió que el aparato sobre el que estaba trabajando podía ser el culpable de su malograda chocolatina. Lo siguiente fueron unos granos de maíz que se convirtieron en palomitas y un huevo que acabo explotando en la cara de un colega de profesión. La conclusión, se podía cocinar alimentos sometiéndolos a una emisión de microondas de baja radiación. Añadimos una caja metálica para potenciar el efecto, donde se coloca el alimento y acababa de nacer una industria multimillonaria, la de los microondas. Con unos 200 millones de aparatos instalados y una penetración en los hogares superior al lavavajillas.

Y creo que el James Dyson Award del 2012, que fue para Fabio Molinas por un proyecto denominado OLTU o como lo llama su diseñador nevera parásita, es de una magnitud como el descubrimiento del microondas. Es un diseño que aprovecha el calor que emiten los frigoríficos que tenemos en casa como fuente de energía, de ahí su denominación de "nevera parásita". Parasita el calor del frigorífico para alimentarse. Utiliza el enfriamiento del agua por evaporación al igual que en un botijo climatizando unos recipientes con el punto de humedad y temperatura necesarias para la conservación de frutas, verduras y hortalizas. Es un invento genial.

Por una parte mejora la conservación de los vegetales que introducimos en ella. Meter una fruta en el frigorífico tradicional degrada sus propiedades organolépticas y nutricionales. No hablemos ya de una borraja, una pella, o unas cebollas. El frigorífico genera un frío con bajo porcentaje de humedad relativa, valor más bajo en los etiquetados como "no frost", en donde la humedad relativa es muy baja para evitar la condensación al abrir la puerta e introducir aire caliente. Produciendo un secado de los alimentos.

Una borraja esta mejor conservada en estos días de invierno en, una ventana "a la fresca" que dentro de una nevera. Necesita su punto de humedad para conservar todas sus propiedades. Y una fruta madura, fuente de acetileno, dentro de nuestra nevera la convierte en una cámara de maduración. Un calabacín necesita humedad y unos 16 grados. Unas naranjas  ambiente seco y 20 grados para su conservación idónea. OLTU crea cuatro zonas con espacio suficiente para la conservación de frutas y verduras de una familia de cuatro miembros durante una semana.

Reduce el tamaño de la nevera tradicional que solo se tiene que ocupar, de carnes, pescados, frescos, congelados y refrigerios varios. Primer ahorro energético al disminuir tamaño y, mejora su eficiencia energética al aprovechar el calor que normalmente se desperdicia.

Y además es un diseño precioso, de cerámica y arcilla. Con un punto de responsabilidad al tener que añadir el usuario agua para su funcionamiento. El tiempo lo dirá, pero estamos ante un invento de una magnitud como la del microondas. Disfrutar del vídeo de su diseñador.


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