Estamos ante lo que en el mundo de los videojuegos se llama un sliper o tapado. Un desarrollo trabajado, con mimo, esfuerzo, callado y pensando en un producto final excelente independientemente de donde se encuentre el mercado o hacia donde vaya.
Así es el calendas roble 2010, que esta excepcionalmente bueno. Un vino de los de recordar. No con muchos vinos sucede que después de catar una botella, con el paso del tiempo la eches en falta y quieras comprar más para degustarlo de nuevo, gozando con el caldo. Es entonces, cuando descubres que poco a poco va agotándose en el mercado, y como un ser "vivo" va muriéndose, apagándose, por lo que el tiempo de disfrute es limitado. Ley de vino que se dice.
Así que en esto de la gastronomía y el beber, es difícil encontrar un producto redondo, sea un buen bocadillo, una combinación de sabores, una preparación, un pintxo, un plato, una cerveza o un vino como es el caso. Y cuando encuentras ese producto "redondo", la experiencia puede volver a repetirse, algo que no ocurre en otros campos.
Así que en esto de la gastronomía y el beber, es difícil encontrar un producto redondo, sea un buen bocadillo, una combinación de sabores, una preparación, un pintxo, un plato, una cerveza o un vino como es el caso. Y cuando encuentras ese producto "redondo", la experiencia puede volver a repetirse, algo que no ocurre en otros campos.
Redondo es la palabra, notas de fruta que se divierten entre los aromas de la madera, seco, goloso, muy goloso, llena la boca, ligero al comenzar a beberlo y contundente al pasar por el gaznate. Todo un must. Y con un precio, muy rico. Se nota mucho que me ha apasionado ¿no?.
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