Encontrar pan bueno y de calidad en la ilustre ciudad de Pamplona, esta comenzando a dejar de ser una misión ardua y convertirse en una oferta que empieza a extenderse. El pan de los #panarras, entre los que no me puedo incluir, al tener la asignatura pendiente de empezar a elaborar pan en casa, ya no es una rara avis.
En el cruce que forman las calles Francisco Bergamín y San Fermín que, conforman una de las esquinas de la plaza de la Cruz junto a la parroquia de San Miguel, ha comenzado a vender pan la cadena de panaderías Granier. Franquicia y buen pan no suelen ir unidos, en el mejor de los casos alguna variedad más cuidada se le puede llamar pan.
"Un pan hecho con amor es una creación única" es su lema, hecho cierto consideraciones de marketing aparte, hecho que suele llevar a panes de verdad.
En este último mes he probado las variedades pages, pan del cura, cabezón y las rajolas, que son y saben a pan, pan bien realizado. Pan sin más, pan rico en una panadería que no patrocina este blog, que conste.
Pan sin más, pan rico. Frase que esta empezando a ser realidad habitual después de haberse difuminado peligrosamente.
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