Visita al salon Taittinger dentro del hotel palacio Guendulaín, un lugar acogedor, tranquilo y, que invita a la charla. En estas últimas ediciones los pinchos que ha presentado han estado a buen nivel, así que se ha convertido en lugar habitual en la ruta por los establecimientos del centro de Pamplona.
Dos pinchos a concurso, bacalao en texturas con citricos y bombón de lechazo de cordero.
Dos pinchos a concurso, bacalao en texturas con citricos y bombón de lechazo de cordero.
Bacalao en texturas con cítricos. |
Presentado en un vasito de yogur de cristal, una brandada de bacalao, primera textura; lascas del propio bacalao, segunda textura y, un espuma del pil pil aromatizada con cítricos, tercera textura. Combinación muy cuidada, suave y sin abusar de los cítricos que con el bacalao son un valor seguro. Simplemente aromatizando. Muy rico. Una pega, en uno de los pinchos que nos sirvieron el bacalao estaba pasado de punto y pelín chicloso, avisamos a cocina hecho que nos agradecieron enormemente.
Bombón de lechazo de cordero |
El segundo pincho jugando con el concepto bombón. Una salsa de chocolate napando un pequeño cilindro de lechazo de cordero, acompañado de unos topos de mermelada de pimiento y un esponja de alcachofa. La combinación alcachofa, chocolate y cordero muy buena, sin abusar del chocolate en la salsa. El chocolate amargo, junto con la grasa del cordero generaba una explosión de sabor en boca. El relleno dulce dentro pasaba absolutamente desapercibido y, la alcachofa limpiaba la boca después de tan brutal sabor. Un pincho que a muchos no convencerá, no es el caso.
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