Cuando lo ves en directo no das crédito. Es uno de esos cachivaches que ¿nunca comprarías? ¿o sí?. Un extrusionador de croquetas, mejor dicho de pasta de croquetas.
El artilugio en sí es muy sencillo, se trata de un cubo de plástico con tres orificios por donde saldrá la masa de nuestras croquetas a modo de chorizo, pero sin tripa. Y como sus inventores lo han pensado todo, tiene su bandeja de plástico para recoger los cimborrios croqueteros.
El segundo paso es cortar los cimborrios a la medida que queramos. Con un corte pequeño tendremos bolitas a tutiplén y, si alargamos la longitud, conseguimos el formato "croqueta congelada". O si nos venimos arriba podemos cortar en una longitud desproporcionada o innovadora a modo de la "croqueta-chorizo" o "txoricroke".
Además existe en versión "pro", en acero galvanizado. Un producto que como comentó el dependiente del lugar donde lo vendían, provoca sorpresa en un primer instante pero se vende muy bien.
Por si queréis adquirirlo está disponible en el servicio técnico de Bosch Siemens, junto al centro comerial Itaroa. Sino quieres viajar hasta la vieja Iruña para comprarlo, puedes conseguirlo en su página web http://millecroquettes.com/
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