Un albariño original, sorprendente, fácil de beber y...
peligroso como la bandolera que le da nombre
¿Quieres saber el motivo?
Cuenta la leyenda de Pepa Loba que se hizo bandolera tras asesinar a un cura del que se disfrazó para escapar de la cárcel. Cárcel en la que estaba injustamente presa por el asesinato de su benefactor, liquidado por su hijo envidioso ante el cariño de su padre por su hermana adoptiva Pepa. Tras escapar se fue al monte, se hizo pasar por hombre y formó una de las bandas de bandoleros más activas de la época. Odiada por ricos y, admirada entre los campesinos, por llevar una vida de anarquía, marcada por la injusticia y la miseria.
Es la personalidad de esta mujer la que da nombre a este vino y, así nos lo dice la bodega Lalauss de este albariño de 2012 elaborado en tierras de Cambados (Pontevedra) en su etiqueta.
Vino monovarietal de uvas albariño, traídas desde Alemania por monjes según reza la leyenda y, que se han adaptado perfectamente a tierras gallegas. Variedad de uva de pequeño tamaño y de gran valor que da unos vinos muy característicos.
Uno lee la nota de la leyenda de Pepa Loba en la etiqueta de este albariño y se espera un vino con personalidad. Un albariño al uso, rico, con mucho ácido y muchas notas de manzanas verdes, que deje un buen regusto y bastante seco. No es el caso.
Estamos ante un albariño que no es para puristas, original y sorprendente, que es por lo que me ha gustado. Un punto de aguja, con manzana ácida, limón, citrícos y algo de verde. Un pelín seco que te recuerda a la uva viognier y con un regustillo lo suficientemente agradable como para convertirlo en un vino ligeramente golosón. Y como todo vino goloso se bebe muy facilmente que, junto a la cantidad abundante de alcohol que despliega lo hace peligroso.
Un vino de para sacar a las amistades que no son amantes del vino. Con este albariño se les puede ir convenciendo y adentrando en un camino del que no querrán volver, el de beber vino rico. Muy bueno para un aperitivo antes de comenzar un cena o una comida junto con un picoteo graso y de textura pastosa como un trozo de foie, una terrina o un trozo de morcilla. Tiene pinta de llevarse muy bien con el chocolate negro amargo. Insisto, puristas del albariño abstenerse. Vino original y de los que se pueden comprar para sorprender y comenzar una buena cena. Muy recomendable. Precio, rondando los 12€, aquí.
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