Una de trigo que,
ni ligera, ni sencilla, ni refrescante.
Estacazo de madera, toffes y especias en una cerveza de trago largo.
Espiga bruna. Cerveza de trigo de estilo Pale Ale. |
Si en el mundo del vino con tres elementos, uva, levaduras y madera los tipos de vino son muy extensos, en el mundo de la cerveza en donde se pueden mezclar multitud de maltas, variedades de levaduras y lúpulos de muchas especies, las posibilidades son infinitas.
A pesar de ello existen ciertas combinaciones que cuando menos son pintorescas y, en algunos casos verdaderamente arriesgadas.
Cerveza artesana La Espiga bruna de trigo es, una de esas combinaciones. Utiliza maltas de trigo y maltas tostadas conjuntamente. Pero la espiga llega más allá y, se atreve añadiendo maltas caramel, munich y crystal, junto con dos lúpulos uno para darle amargor junto a otro que aporte aromas “extra”.
Así que como puedes imaginar no estamos ante una cervecita ligera, sencilla y refrescante. Esta cerveza utiliza el trigo como pretexto para, meter un estacazo encima de la mesa creando una cerveza en donde los aromas a madera quemada, los caramelos, toffes y especias son los protagonistas junto con un potente amargor.
Y con un guiño canalla premeditado, vacilón y transgresor, aparece una punta de cítricos y fruta, haciendo que te pique la curiosidad por el resto de sus cervezas.
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