Trashumancia.
El bar Moka presenta un pincho sin pretensiones, bien hecho y demostrando que lo que sabe hacer bien lo hace bien, simplemente. Es una de las grandezas de esta semana del pincho de Navarra, puedes encontrar preparaciones con planteamientos de alta cocina u otros de cocina más tradicional,.
Una tosta de cordero al chilindrón, con una base muy fina de alioli, acompañado de un caviar de aceite de romero y una pequeña patata asada con su piel. El chilindrón sin gusto a pasto, gelatinoso y sabroso.
Este pincho me retrotrajo a una conversación mantenida con un cocinero en el que compartíamos que, el secreto de este oficio y, me atrevo a decir que el de todos, es hacer bien lo que uno sabe hacer bien. Y ese hacer, puede ser tanto en una cocina tradicional como en una cocina más actual. Así se logran cotas de excelencia. ¿Quién no ha visitado un lugar solo por uno de sus excelentes platos de la carta?. Toca pasar por el Moka a cenar un día de estos.
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