Me estreno en este blog gracias a la insistencia y la paciencia de Carlos Marañón "el perolas". Hoy un domingo cualquiera, tranquila y con tiempo para reflexionar quiero hacer una de mis reivindicaciones.
Como habréis podido observar por lo menos por el apellido, Ochoa, soy la enóloga de bodegas Ochoa.
Oigo por ahí que somos una bodega clásica, otras veces oigo que somos innovadores. Hoy es el día que me tiro por mi vertiente más clásica y quiero partir una lanza a favor de estos vinos. ¿Qué pasa con los reservas?.
Los vinos de reserva no están de moda, parece que nos gusta más las explosiones de fruta. Y puede que sea cierto, pero por qué nos tenemos que olvidar de los grandes clásicos. A mí me enseñaron en mis estudios en Francia que el mejor de los vinos era el que se podía guardar y, el que si tenías la paciencia suficiente podrías disfrutar plenamente al cabo de unos años.
En España tenemos una legislación que regula esto y que a mi parecer es muy acertada (aunque creo que todas las legislaciones de las denominaciones de origen de bien deben ser similares).
Creo que se han hecho las cosas muy mal, cuando se consideraba que un vino de reserva era un vino viejo. Ese nunca ha sido el objetivo de un reserva...ahora que todos esos malos reservas han desaparecido del mercado quedan los buenos. Tengo la esperanza de que algún día, y espero que sea en breve, los críticos aprecien estos vinos para que el gran público vuelva a tener interés por ellos.
Yo mientras tanto los seguiré elaborando los con el mayor de los cariños para ese público que quiera beber un gran vino de reserva. ¡Salud!
Escrito por ADRIANA OCHOA | |
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Junto con mi hermana Beatriz responsables de un legado familiar de siglos que debemos mantenerlo y, si se puede, mejorarlo. Es una gran responsabilidad. Claro que… cuando algo nos apasiona… la energía se vuelve espiral y aquí estamos, innovando y respetando el buenhacer de mi padre y todas las generaciones anteriores pero llenos de pasión y de ganas por seguir haciendo de Bodegas Ochoa un referente. |
1 comentario:
Generalmente, cuando ofrecemos esos vinos a los clientes, cuando vienen a buscar "algo especial" para una ocasión "especial", los rechazan de inmediato... y es que casi todo el mundo tiene una mala experiencia con los vinos de mucha edad porque en este país se ha estropeado mucha barrica y derrochado mucha uva para poder poner en la etiqueta "reserva" puesto que en su tiempo era buen reclamo y se cotizaba mejor.
No obstante, cuando veo dicho rechazo hacia estos vinos por parte de los aficionados, en ocasiones, consigues convencer a algunos, e incluso en diferentes catas y actividades los descorchas para que disfruten de ellos y debemos explicar que los "reservas" baratos (los hay más económicos y menos económicos) no existen, que es un vino que para elaborarlo se necesita tiempo y dinero, que no vale cualquier uva, cualquier barrica, que una inversión que dura más de 3,4 o 5 años al mercado no tiene una caducidad de un año, etc... y cuando generalmente, el consumidor que los rechazaba, porque ha tenido una mala experiencia con ellos (no porque prefiera otro tipo de vinos) prueba un reserva bien hecho (lo de vino bueno es cuestión de gustos), entonces, descubre un nuevo mundo empezando a disfrutarlos y a pedirlos.
Uno de los ingredientes indispensables de un gran vino es el tiempo... hay que perder el miedo al "tiempo" en los vinos, pero claro, no todas las botellas aguantan la edad y no todos los vinos se embotellan o diseñan para durar... pregunten a su tira vinos de confianza.
Es de agradecer que muchas bodegas sigan apostando por estos vinos para que los podamos disfrutar.
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