Ser científico es ser un ingenuo. Nos obcecamos tanto en descubrir la verdad que olvidamos que muy pocos quieren que lo hagamos.
Pero la verdad, siempre esta ahí la veamos o no, la elijamos o no. A la verdad no le importa lo que necesitamos, no le importan los gobiernos, ni las ideologías, ni las religiones. Nos esperara eternamente.
Y este, al menos, es el regalo de Chernobyl. Antes temía el precio de la verdad, ahora solo me pregunto. Cual es el precio de la mentira.
Valery Legasov en Chernobyl la serie.
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